La inteligencia artificial en el cumplimiento: oportunidad y riesgo

La inteligencia artificial (IA) se está integrando rápidamente en procesos críticos de las organizaciones, y el ámbito del cumplimiento no es una excepción. Automatización de controles, análisis predictivo de riesgos, monitorización continua… Las posibilidades son enormes.

Pero también lo son los riesgos si estas tecnologías se adoptan sin una base ética y un marco de gobernanza claro.

¿Por qué la IA es una oportunidad para el cumplimiento?

Porque permite a las organizaciones pasar de un modelo reactivo a uno verdaderamente preventivo.
Entre sus principales ventajas destacan:

• Análisis inteligente de patrones de riesgo que los equipos humanos no pueden detectar con la misma velocidad.

• Automatización de controles, liberando tiempo para tareas de mayor valor.

• Monitorización continua, reduciendo la probabilidad de incumplimientos no detectados.

• Evaluación dinámica de proveedores, útil en programas de diligencia debida ampliada.

La IA puede hacer el cumplimiento más ágil, preciso y adaptable, especialmente en entornos de regulación cambiante.

El lado menos visible: nuevos riesgos

Con la IA llegan también desafíos que los responsables de cumplimiento deben anticipar:

• Opacidad en los algoritmos: si no se entiende cómo decide un modelo, no se puede auditar ni justificar.

• Sesgos en los datos: una IA entrenada con información deficiente puede generar decisiones discriminatorias o incorrectas.

• Responsabilidad difusa: ¿quién responde si un algoritmo falla?

• Riesgos de privacidad y seguridad: más datos, más exposición.

La IA no elimina la responsabilidad humana: la incrementa.

Qué recomendamos desde Ulises GRC

Para integrar IA de forma segura y responsable:

• Establece políticas de IA responsable que definan límites, controles y supervisión.

• Documenta los procesos automatizados igual que cualquier control tradicional.

• Añade indicadores de riesgo específicos para sistemas basados en IA.

• Evalúa continuamente la calidad y la procedencia de los datos.

La IA puede ser una gran aliada del cumplimiento… siempre que esté bien gobernada.